EL DIA
mantuvo una entrevista con ella durante su visita relámpago a
la Isla con motivo de su colaboración en la película hispanoargentina
«Almejas y mejillones»,
que se rueda en distintos escenarios de la Isla, bajo la dirección
del argentino Marcos Carnevale. Esta actriz,
con vocación de chica normal, es realmente una persona humilde.
¿Conocía
Tenerife?
No, es la primera vez que
vengo. Es una isla maravillosa. Lo poco que conozco me ha encantado.
¿Cuál es su papel en «Almejas
y mejillones»?
Yo sólo hago una pequeña colaboración, igual que
Loles León. En la película soy la novia de Leticia Brédice.
Este proyecto es una comedia y no es la primera
que interpreta un papel en este género, ¿se siente cómoda
haciendo reír?
La primera vez que he hecho comedia con registro de comedia fue en «Kilómetro
cero». Ahora, realmente, mi personaje no hace reír, se
trata de una tía de lo más normal, aunque esté
dentro de una película pensada para divertir.
¿Qué prefiere, el drama o la
comedia?
Depende de qué drama y de qué comedia, es según
el proyecto. La verdad es que tenía un poco de miedo de meterme
a hacer este tipo de cine, porque es muy arriesgado y no es nada fácil.
Hay que encontrar el punto medio donde te tienes que parar, ni pasarte
ni quedarte corto. Si te digo la verdad, me ha encantado hacerlo, porque
me ha dado la oportunidad de sacar al tonto que todos llevamos dentro.
Aunque todavía no sé los resultados. Ya veremos.
Durante los seis meses del 96 en los que duró
su «gran boom», ¿Se sintió utilizada por algo
o por alguien?
No supe llevar el peso de la popularidad.
Pero, ¿no cree que algunas personas
quisieron exprimir su tirón inicial?
Hombre... a los medios de comunicación de alguna manera les vino
bien decir determinadas cosas sobre mí. También benefició
a los productores para promocionar sus películas... supongo que
sí, pero no soy yo la más adecuada para contestar si me
utilizaron o no.
¿Ha solucionado sus supuestos problemas
de vocalización?
Yo pienso que en la vida hay gente que vocaliza bien y gente que vocaliza
mal. Lo trabajo para cada personaje, pero mi voz me gusta y me parece
que tiene un toque natural. Trato de trabajar antes las secuencias para
aclarar mi dicción. Creo que sí he mejorado en algo.
En 1996 declaró en muchas ocasiones
que el sexo no le interesaba, que era algo secundario en su vida y se
declaraba prácticamente célibe ¿Lo mantiene?
Por supuesto que no tengo una gran necesidad sexual ni vivo pensando
en el sexo, en absoluto. Disfruto perfectamente de mi sexualidad, pero
no tengo una adicción sexual; no forma parte de mis adicciones.
Pero parece, al repasar las entrevistas de
esa época, que era una «sex symbol» que rechazaba
el sexo.
Lo que pasa es que con la película «Tierra» se me
agobió mucho con este tema y con mi sexualidad. Yo soy una persona
normal que tiene sus relaciones sexuales más o menos continuas,
pero no soy adicta al sexo como un gran porcentaje de la población.
No es imprescindible en mi vida hacer el amor con un tío. Tengo
cosas que me llenan más y ocupan una mayor parte de mi vida.
El hecho de hacer en una película de ninfómana no quiere
decir que lo sea; soy una tía normal que disfruta del sexo cuando
lo disfruta, pero no voy buscando como una loca por las noches a ver
con quién me lío.

«Me encanta la India» |
Con tanto viaje a la India y
tanto halago a las culturas orientales se le podría encasillar
en esa hornada de famosos que encuentra la luz en la sencillez ¿Cuál
es su estado místicoreligioso en la actualidad?
No soy dogmática ni creo en ninguna religión; simplemente,
soy como soy. Me encanta la India como país y por eso voy a menudo,
no porque me interese la religión hindú ni nada de eso.
Entonces no es religiosa.
No, no lo soy.
¿Todavía la cuida ese angelito
al que tanto se refería?
Bueno, eso era sólo una expresión. Me refiero al angelito
que está dentro de ti, a la parte de ti que te quiere. Tienes
un angelito y un demonio que es tu ego, tu parte mala, la que te trata
de llevar a malos sitios. Mi confianza y mi optimismo hacen que me salgan
las cosas bien. Creo que al final eres tú mismo el que decides
tu destino. Creo mucho en el poder de la mente y de las personas. El
angelito que me cuida es esa parte de mí que hace que me pasen
las cosas bonitas que me pasan.
Su filosofía de la vida se basaba en
no estar atada a nada, ¿no es eso una pequeña trampa:
atarse a no estar atada a nada?
Hombre, trato de no estar atada a nada, aunque no me considero atada
a esa postura. Cuando algo me ata y no me sienta bien, lo desato; si
me gusta, sigo atada. La verdad es que las etapas de mi vida en las
que me he sentido peor han sido en las que perdí la libertad.
¿Le gusta viajar sin compañía?
Sí. Han sido los viajes que más he disfrutado. Si viajas
con una persona te limitas a ella, si estás sola puedes conocer
mejor a la gente y su cultura, conectas más con el país.
¿Ha tenido alguna experiencia desagradable
por viajar sola?
No, las he tenido desagradables por viajar con alguien (risas). Y lo
más gracioso es que fue por visitar la India con amigos hindúes.
¿Tiene alguna vocación oculta?
Sí, soy muchas más cosas aparte de actriz. Me gusta todo
lo relacionado con el arte, me encanta dibujar, diseñar, pintar,
la música... De pequeña quería estudiar arquitectura,
pero no lo hice.
¿Qué tal marcha la marca de
ropa «Drúmbalo» que fundó con su hermana?
Bien, hemos empezado poquito a poco, desde abajo. Vendemos directamente
a tiendas y despacito va creciendo. Estoy muy feliz de las cosas que
salen, hay diseños muy bonitos.
Nunca se ha definido políticamente
Ni lo voy a hacer (risas).
¿Cuáles son sus proyectos más
inmediatos?
No me gusta hablar de las cosas que no están definidas, se gafan.
Tengo unos cuantos proyectos en España y uno en Argentina, pero
los proyectos... son proyectos.
¿El amor le parece peligroso?
Sí. Mucho.
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