Para Concha
Velasco, ésta ha sido una semana de estreno. Primero
Madrid, luego Barcelona, la actriz ha presentado, junto a sus
compañeros de rodaje Kilómetro Cero,
una película coral en la que intervienen catorce actores, entre
los que figuran, además de Concha,
Silke, Carlos
Fuentes y George Corraface.
En la première de Madrid, Concha
dijo entender perfectamente a su personaje, una adinerada señora,
ignorada por su marido, que busca consuelo en un gigoló. "¿Quién
no se ha sentido alguna vez tan sola y abandonada como para
ponerse a, mirar ciertos anuncios en los periódicos?",
dijo la actriz.
La declaración fue recogida por todos
los medios. Y, al día siguiente, en Barcelona, Velasco aclaraba
divertida "Ayer me oí a mí misma decir
unas cosas en la televisión que casi me escandalizo. Así que
debo aclarar que yo, particularmente, nunca he pensado en llamar
a un 'gigoló'. Sin embargo, sí conozco algunas mujeres que seguro
que lo han pensado y, quizá, hasta lo hayan hecho; aunque, claro,
esas cosas no se comentan".
La troupe de Kilómetro
cero, una comedia escrita y dirigida por Juan
Luis Iborra y Yolanda Garcia Serrano,
ha protagonizado en gran medida la vida social de esta semana.
Al natural, el grupo derrocha tanto humor como la propia película.
El rodaje, en palabras de Silke,
"ha sido superguay" y eso
se nota. Sólo hubo un pequeño inconveniente: la historia transcurre
en Madrid, en agosto, y fue rodada en la capital, pero en noviembre.
"Fingir que te asas de calor es muy
difícil, sobre todo cuando te estás pelando de frío"
recordaba Carlos Fuentes "A
mí no hacían más que mojarme la camiseta para que pareciera
sudor y, mojado, aún me congelaba más".
"Muy
mono, monísimo"
Por suerte, han sobrevivido todos, aunque
en el estreno se echó de menos, a Tristan
Ulloa y a George Corraface,
el apuesto vendedor de alfombras que seducía a Ana
Belén en La pasión turca.
"George vive en París y ahora mismo
está rodando otra película", explicaba Mercé
Pons. La actriz catalana, que en el filme comparte prácticamente
todas las secuencias con Corraface,
asegura no haberse cortado un pelo. "Es
que no deja que te cortes. Al natural, no es nada seductor,
sino un hombre de lo más normal; un compañero excelente. Y muy
mono, monísimo".
Tras dos años retirada a causa de un
desbordamiento de celebridad "No supe
llevar el peso de la fama", Silke
se siente con fuerzas para retomar su carrera como actriz. "Ahora
soy menos vulnerable". Amor, su personaje, es una
chica obsesionada con casarse; y en eso se parece poco a Silke.
"Sin embargo, es igual de despistada
que yo, que suelo estar en una nube, a veces un poco ida",
admitió la actriz. Silke lleva
varios corazones tatuados en un hombro y los luce en la película.
"Cuando le dijimos que no se los íbamos
a tapar saltó de contenta", recordó la directora del
filme.
Elisa Matilla, Víctor
Ullate jr., Jesús Cabrero
y la adolescente Cora Tiedra, que
compatibilizó el rodaje con los exámenes, también figuran en
el reparto. Todos coincidieron en señalar a Concha
como "la más joven del equipo".
Ella reía. "Desde luego, no he sido
maestra de nadie, sino aprendiz. Me he sentido rodeada de talento
y he intentado no desafinar". Concha
que aún mantiene en cartel Las manzanas
del viernes, dónde también seduce a un jovencito, no
se cansó de repetir que ella tiene poco que ver con los papeles
que interpreta últimamente. "Afonunadamente,
en mi vida privada me siento, muy llena", asegura.
De
potaje y cocido
Tras algún que otro enfado pasajero,
Concha sigue bebiendo los vientos
por su mando, Paco Marsó. "Qué
quieres hija, yo soy muy de potaje y cocido. Cuando cierro la
puerta a la artista, sale la mujer con toda su intensidad, su
sufrimiento y su entrega. Ahí soy Conchita, y nada me preocupa
más que mi marido y mis hijos".
Concha
tiene una teoría, y es que, a su juicio, "para
cuando una mujer recurre a un 'gigoló', es que lleva dentro
un dolor, una soledad y una tristeza enormes. Las mujeres, por
suerte, todavía somos distintas a los hombres. Nos implicamos
hasta en una relación esporádica".
Este año, el tradicional veraneo en
Formentor, al norte de Mallorca, no está tan claro para la actriz.
"Lo hacía para que nos reuniéramos
toda la familia, pero ahora mi hijo mayor se gradúa, tras una
carrera estupenda en cine, y no sé si podrá venir... Ya son
casi 24 años. Sin embargo, Paco me ha dicho que hay que encontrar
un hueco como sea para ir a Formentor Y si él lo dice ... ".
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